
Un funcionario del Departamento de Estado, bajo anonimato, aseguró que Donald Trump no concederá exenciones. Washington exige que la compra de crudo iraní se frene antes del 4 de noviembre.
De no atender a la presión de Estados Unidos antes de esta fecha, se exponen los países aliados a las sanciones restablecidas cuando Washington se apartó del acuerdo sobre el plan nuclear de Teherán, indicó un funcionario estadounidense, que pidió no ser identificado.
Manifestó el funcionario del departamento de Estado que Estados Unidos no concederá exenciones, dicha medida, forma parte de las prioridades en materia de seguridad nacional.
“Yo no diría que habrá cero exenciones en forma definitiva, pero la posición es que no concederemos exenciones”, y añadió que todo el mundo debería abstenerse de importar crudo iraní en el plazo que estipula el presidente Donald Trump, el 4 de noviembre.
El diplomático ya ha entablado el diálogo sobre el tema con países europeos y asiáticos y planean pronto reuniones con China e India, para formular la misma exigencia.
Indicó que la reducción de compra debe comenzar “ahora” para que, de ese modo, se detengan por completo el 4 de noviembre.
El presidente Donald Trump recientemente sacó a Estados Unidos del acuerdo internacional de 2015 que procuraba impedir a Teherán dotarse de armas nucleares.
Debido a que consideró el pacto demasiado laxo restableció las sanciones estadounidenses que habían sido levantadas por el pacto, incluyendo sanciones secundarias a empresas extranjeras que siguieran haciendo negocios con Irán.
La demanda era perder el acceso al mercado de Estados unidos, si optaban por mantener sus inversiones en Irán. Whashington estableció el plazo de 90 a 180 días para cortar relación comercial con Irán.
Pese a los intentos de países europeos de negocias algunas exenciones o contratos desde mayo, el funcionario anónimo confirmó que Whashington se mantendrá firme en su decisión.
Estimó que la postura decisiva de Trump ha dado los resultados esperados por Estados Unidos, ya que las compañías están accediendo y advirtiendo que Irán es un lugar riesgoso en extremo para sus inversiones.
Sobre China e India, e incluso Japón, preveé que la respuesta será igual de satisfactoria, ya que sus empresas serán objeto de las mismas sanciones que cualquiera. La demanda sobre anular la importación de petróleo iraní para estos países será igual.