
Empresas estadounidenses suben de precios a varios productos de diferentes sectores; guerra comercial originada por Trump continúa, sufren los consumidores.
Las bebidas gaseosas, los automóviles y hasta los blocks de notas adhesivas son más costosos y los consumidores comienzan a ver las consecuencias de la guerra comercial de Donald Trump.
Un gran número de empresas de Estados Unidos pretenden proteger sus márgenes frente a la alza de precios del acero y aluminio, que por consecuencia aumentó los costos de fabricación de sus productos.
“Claramente es perturbador para nosotros. Es perturbador para nuestros clientes” pero es “necesario” justificó James Quincy, director ejecutivo de Coca-Cola, que aumentó sus precios al inicio del mes, después de que entraron en vigor los nuevos aranceles de 25% y 10% en las importaciones de acero y aluminio, impuestos por el presidente Donald Trump.
Aumento de precios
Los aranceles “son una de las razones que nos impulsaron a mediados del año a anunciar un alza de precios”, se defendió el ejecutivo.
Esos aranceles, aunados a los gravámenes a la alza que como represalia respondieron China, la Unión Europea, Canadá y México, afectan el embotellado de plástico y resina y el transporte.
“A corto plazo va a haber cierto impacto para los consumidores”, advirtió por su parte Deborah Thomas, directora financiera de Hasbro.
Hasbro, dueña de Scrabble y Trivial Pursuit entre otros juegos, está en pláticas con sus proveedores y distribuidores cobre el aumento de precios que podría impactar a los consumidores durante la temporada navideña.
En marzo, Wilbur Ross, secretario de Comercio, había asegurado que los consumidores no sufrirían la entrada en vigor del gravamen al aluminio.
Déficit
Los nuevos aranceles afectan a las empresas en dos vertientes: aumentan los costos de las materias primas y los materiales importados, e incrementan los costos para el consumidor final en los mercados de exportación.
Los derechos de aduana se dan en un momento en que el dólar está muy fuerte y obstaculiza a las empresas sus exportaciones y la caída de monedas de mercados emergentes (real brasileño, peso argentino, etc.), que reduce los beneficios para estas regiones.
Para las grandes automotrices de Detroit (General Motors, Ford, Fiat Chrysler) las cosas no pintan nada bien, pues van a la baja sus expectativas de este 2018 debido a la guerra comercial y los nuevos aranceles. Es la peor sesión bursátil de sus acciones desde la bancarrota de GM y de Fiat Chrysler en 2009.
Chuck Stevens, director financiero de GM, calculó el alza de los componentes del automóvil (aluminio y acero) en más de mil millones de dólares en 2018. Anadió que van a recuperar ese déficit aumentando los precios, pues es una de las pocas formas que el constructor tiene para seguir siendo “competitivo”.
Menos beneficios
Los consumidores que pretendan comprar un auto deben considerar bien su presupuesto, pues Chevrolet Silverado o GMC, vana a subir sus precios.
Las medidas proteccionistas estadounidenses y las represalias de ciertos países protegen a muy pocos sectores y causan daños en zonas rurales del país.
Debido a esto, el gobierno de Donald Trump, anunció la semana pasada un plan de emergencia para brindar apoyos por 12,000 millones de dólares a agricultores afectados por las medidas de represalia chinas.
Los golpeados por las medidas arancelarias impuestas por la Unión Europea son los productores de Whisky, de bourbon, y el fabricante de motocicletas Harley Davidson.
La guerra comercial podría reducir en 15% los beneficios de 500 de las mayores empresas estadounidenses, según un estudio de Goldman Sachs.