
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó nuevos aranceles del 10% por valor de 200,000 millones de dólares a productos importados de China.
Esta medida entrará en vigor a partir del 24 de septiembre. Además, mediante un comunicado oficial informó el mandatario que estos gravámenes aumentarán al 25% a partir del 1 de enero.
Productos afectados
Esta imposición se trata del mayor golpe dado por Estados Unidos en la guerra comercial con el gigante de Asia, ya que la mitad de las importaciones chinas se verán afectadas por hasta 50,000 millones de dólares.
Los productos que sufrirán el impacto del alza arancelaria son los electrodomésticos, electrónica del entretenimiento y juguetes. Lo cual se vería reflejado en el costo del producto al consumidor final.
Trump considera que el déficit comercial de Washington respecto a Pekín, que cifra en 376.000 millones de dólares anuales, es inaceptable y ha tomado las medidas que considera pertinentes para equilibrar la situación.
“Con suerte, este problema comercial se resolverá, en último término, por mí y por el presidente chino, Xi Jinping, hacia quien tengo un gran respeto y afecto”, informó Trump mediante un comunicado.
Pekín responde
La portavoz del Ministerio de Comercio chino, Geng Shuang, subrayó que su país seguirá defendiéndose “con determinación”.
Se espera que la respuesta de China sea de igual magnitud y grave las importaciones estadounidenses por 60,000 millones de dólares. Sin embargo, poco podría hacer el gobierno chino pues de Estados Unidos llegan productos por valor de solo 130,000 millones de dólares.
A pesar de todo, Pekín podría presionar a Washington de otra forma. China podría decidir complicar los negocios de marcas norteamericanas en su territorio, y empresas como Starbucks, Apple o Nike, se verían mermadas.
En defensa de la estabilidad y supremacía económica de Estados Unidos, Trump se ha regido por la ideología de “América primero”, generando incertidumbre en la relación comercial con la Unión Europea, Canadá y México.